CAPÍTULO 3º
Rolls-Royce blindado. Francia, 1916”
Sería injusto olvidar, ahora que estoy haciendo en este humilde Blog un homenaje a las obras más representativas de mi carrera modelística, a una de las más queridas -junto al Ford-T ya visitado aquí anteriormente- y de la que guardo muy buenos recuerdos, no sólo por la gran cantidad de premios que me ha brindado con el tiempo sino porque contribuyó a mejorar notablemente mi formación personal como modelista superando los nuevos retos a los que hube de enfrentarme. Aún hoy es el día que la saco de la vitrina y mirándola de arriba abajo me pregunto de dónde saqué el valor para enfrentarme a una maqueta de “scratch” de estas características teniendo en cuenta lo “caga-prisas” que he sido siempre y lo rápido que solía trabajar en esos días jejeje.
En el momento de tomar la decisión del vehículo que iba a realizar, tuve muy en cuenta la documentación gráfica de que podía disponer para atenerme lo más fiel posible al original. Finalmente mis posibilidades de elección quedaron reducidas a dos modelos de similares características: se trata de dos autoametralladores blindados construidos sobre chasis comerciales o de serie. Se trataba del Lanchester y del Rolls Royce. Después de cotejar concienzudamente los pros y contras de uno y otro, me decidí por el segundo.
En aquellos días no tenía a mi disposición ninguna maqueta de Rolls en los comercios de la que echar mano para aprovechar al menos el chasis o alguna otra pieza (faros, ruedas,...), así que opté por comprar un Dussemberg americano de Monogram a escala 1/24. El chasis era algo más largo que el del Rolls que pretendía construir, pero básicamente tenía las mismas características, así que empecé por acortarlo 1,5 cm y construir con plasticard de 1 mm los futuros anclajes de la carrocería blindada (motor y cámara de combate). Después de una temporada de infructuosos intentos de que aquello funcionase, me lo pensé mejor y acabé por decidir que la escala ideal para mí sería sin duda la 1/35 y comencé a fabricar todo a scratch (excepto unas radiales y los faros que procedían de un kit desechado hace tiempo de Matchbox). Tomando como referencia lo que ya había construido a 1/24, fabriqué el chasis con listoncillos de madera de balsa de 2 mm y plasticard de 0,5 mm. Los ejes con tubitos de plástico de chupa-chups de 2 mm. reforzados con plasticard. Las ballestas de la suspensión, con plástico curvado de 2 mm. Seguidamente incorporé el tubo de escape y anclajes del motor y dejar cerrado el capó. Luego coloqué las planchas que harían de suelo en la cabina y portabultos trasero. Este último fue, a su vez, forrado con listoncillos de madera fina a modo de tablas.
Finalmente, me tuve que enfrentar con la carrocería blindada, y digo bien enfrentar, ya que, como era muy normal en aquellos años, los vehículos no eran muy aerodinámicos que digamos, sino que se construían a base de planchas remachadas formando los ángulos más curiosos. Este hecho me obligó a un cuidadoso y estudiado despiece previo para no tener improvisadas -y desagradables- sorpresas como ya me había ocurrido antes.
En el caso de nuestro Rolls, el problema fue doble, pues la cámara de combate era semicircular y el resto de la carrocería en ángulos rectos, con lo que los problemas de ajuste de las diferentes piezas o planchas, se multiplicaron por dos.
Afortunadamente, después de un cuidadoso estudio (gracias a un montón de fotos de época) de las planchas que serían necesarias, conseguí que todo encajase casi a la perfección y tan solo fue necesario un pequeño repaso con Tamiya-Putty por las intersecciones y algo de lija de agua.
Posteriormente, llegó la etapa más tediosa de toda la construcción que era remachar las planchas blindadas. Con tiras de plástico estirado (sobrante de las matrices de otras maquetas) aplicando el calor de la llama de un mechero, fabriqué unos hilos que fueron cortados en minúsculas rodajitas que después se aplicaron con un alfiler y pegamento líquido (aproximadamente hicieron falta unos 170 de estos remaches).
La torreta se fabricó de igual forma que la cabina de combate y la ametralladora Maxim (distintivo de los primeros modelos, después sustituida por la más fiable Vickers) se hizo con tubo de plástico de 0,5 cm y plástico estirado al calor.
Las asas del capó y portezuelas de acceso son simples grapas pequeñas encajadas en pequeños orificios taladrados sobre las planchas estiradas. Las bisagras se confeccionaron con papel adhesivo de pegatinas, con lo que las puertas traseras de acceso a la cámara de combate, quedaron abatibles y así, permitían adivinar en la penumbra del interior, la existencia de los asientos, volante y palancas de cambio y freno construidas en las primeras fases. Las cajas de respetos fueron fabricadas en plasticard de 1 mm y los petates y lonas/mantas se confeccionaron con trozos de Kleenex enrollados sobre un núcleo de masilla y atados con hilo de costura semigrueso.
Las ruedas de repuesto, dado que ya había utilizado todas las radiales disponibles para el vehículo, fueron extraídas del cajón de piezas sobrantes de otros kits y recubiertas con “esparadrapo antialérgico” a modo de funda. Asimismo, se fabricó el soporte y tuerca de ajuste del eje con plasticard y plástico estirado. El barril de madera procede de una bolsita de accesorios de modelismo naval y la plancha antideslizante se obtuvo de la caja de sobras.
La figura -en la primera escena que construí antes de remodelarla en una revisión posterior- es una transformación de un soldado Airfix-multipose del 7º Ejército Británico, con ropa y capote-poncho modelados con masilla epoxídica Milliput. Las otras dos figuras -correspondientes a la segunda escena- son de Andrea -el oficial, al que se le sustituyó el salakof original por un casco- y de Scale-Link -el soldado con la ametralladora Lewis al hombro- .El terreno está hecho con pasta de madera recubierta de arenilla y piedrecitas tamizadas en un colador doméstico (se han marcado las huellas de las ruedas antes de que se secara por completo). La hierba procede de una bolsita de césped artificial para modelismo ferroviario. El poste de telégrafo se ha hecho con una varilla redonda de madera, protegida con tablas “antichoque” de balsa y plástico y escalones con grapas cortadas por la mitad y dobladas en ángulo. Los hilos que cuelgan del poste son de plástico estirado. Las cápsulas cerámicas y soportes metálicos proceden de un antiguo kit de Tamiya con postes y señales. Tanto el vehículo como las figuras, fueron pintados con esmaltes Humbrol en su gama de colores mate. El blindado fue aerografiado con Verde M-30 y aclarado con Olive green + Blanco, también a aerógrafo. Los desconchados de la pintura en la carrocería fueron realizados raspando muy ligeramente la capa de pintura base y rellenado los huecos con Gun Metal + Óxido, o bien pasando un dedo manchado con grafito de la punta de un lápiz por las esquinas más sobresalientes.
Para simular barro seco, polvo y suciedad, se dió una capa de óleos Tierra Siena Tostada + Ocre Amarillo de abajo hacia arriba (tanto más espesa cuanto más abajo) y antes de que se secase completamente, se barrió con pastel en polvo de tonos ocres y amarillentos. Con los mismos colores se decoró el terreno, contrastando medianamente con el pincel seco los detalles de mayor relieve. Las figuras se pintaron con Khaki + Verde Oliva y pincel seco con Sand. El capote es Khaki-Drill rebajado con blanco.
Y eso es todo amigos. Espero que este artículo haya resultado de vuestro agrado. Hasta otra ocasión.
